Secuelas
Tantos años en las profundidades de la melancolía... Naufragando. A veces, inclusive direccionando hacia el punto de destino, resultaba fácil perder el rumbo y volver a hundirme. Había encontrado en la tristeza y el caos (tanto interno como externo) un lugar cómodo, conocido (a la perfección)... Inclusive, cuando pasaban cosas realmente buenas, creía que no faltaba mucho para que se derrumbara. Porque sólo conocía el derrumbe... El sonido ensordecedor del caos. Hoy me encuentro luchando con los demonios de las secuelas que dejó aquel derrumbe. Demonios que quieren tomar el timón... Más no. No podrán vencerme. Esta vez conozco sus trucos. No me permitiré caer en trampas mentales que me hagan tropezar en errores conocidos. Hoy agradezco mi paz interior. Confío en ella. Es mi trago de agua fresca en medio de la espera ardiente de que todo mi universo se enfile. Valoro todas y cada una de mis victorias, porque merezco escribir historias bonitas y ustedes, quienes me leen,