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Secuelas

  Tantos años en las profundidades de la melancolía... Naufragando. A veces, inclusive direccionando hacia el punto de destino, resultaba fácil perder el rumbo y volver a hundirme. Había encontrado en la tristeza y el caos (tanto interno como externo) un lugar cómodo, conocido (a la perfección)... Inclusive, cuando pasaban cosas realmente buenas, creía que no faltaba mucho para que se derrumbara. Porque sólo conocía el derrumbe... El sonido ensordecedor del caos. Hoy me encuentro luchando con los demonios de las secuelas que dejó aquel derrumbe. Demonios que quieren tomar el timón... Más no. No podrán vencerme. Esta vez conozco sus trucos. No me permitiré caer en trampas mentales que me hagan tropezar en errores conocidos. Hoy agradezco mi paz interior. Confío en ella. Es mi trago de agua fresca en medio de la espera ardiente de que todo mi universo se enfile. Valoro todas y cada una de mis victorias, porque merezco escribir historias bonitas y ustedes, quienes me leen,

Nefasta

 Te obsesionaste conmigo. Yo? Yo sólo existía.  Yo sólo respiraba.  Anhelabas el aire que inhalaba por mi nariz, anhelabas saber cómo se sentía la suavidad de ese aire recorriendo mi cuerpo y llenando mis pulmones.  Siempre estuviste ahí.  Acechando.  Espiando. Cuando ya no podías espiarme desde mis redes sociales, lo empezaste a usar a él para llegar a mi.  Yo no entendía.  No entendía por qué me llenabas de halagos, por qué me "amabas" tanto, si ni me conocías...  No lo entendía.  Pero intenté creerte. Intenté quererte.  Intenté confiar. Cuando lo desenmascaré a Narciso, en simultáneo y sin intención, esa misma ráfaga hizo volar tu máscara, y toda esa monstruosidad que escondías también quedó al desnudo. Me decías "hermana".  Me manipulabas tan finamente para que confiara en vos y te cuente todo de mi... Inclusive mis proyectos, que hoy te apropiaste de uno de ellos... Me atacaste en el momento más vulnerable de mi vida.  Pero hoy... Hoy de a poco me estoy levanta

Waw! No me morí!

Mirame, sobreviví a tu falta de interés. Mirame, sobreviví a tu falta de querer. Mirame bien! Tu indecisión no me knockeo. Aquí estoy, llena de vida, después de creer que no iba a poder vivir sin tu "amor". Aquí estoy, riendo, luego de llorar mares por tu adiós. Waw no me morí! Pensaste que sin vos no iba a poder! Pero si yo ya podía antes de vos! Cosita... Quisiste quemarme. Quisiste desarmarme Intentaste humillarme. Difamarme. Pero mi amor, qué ridículo! Hoy ardo en llamas reconstruyendo mi castillo. Cuando sostenerte me cortaba la piel, pensaba que eso, dolía menos que dejarte ir, que si te soltaba, me iba a morir de desolación.  Que me iba a venir vieja sin un amor sincero. Pero solté. También lloré. Lloré por todos y cada uno de lo seres que idealicé. Ey! Aprendí, claro que si! Que tanto dolor no ha sido en vano. Mirame, acá estoy, bailandole a la vida otra rumbita más. Fiel a mi amor, el más puro, el que me doy. Waw che... no me morí!

Sin Nombre

 Que me agarre dormida  Que me agarre sin pena  Que me agarre sin gloria Que me sople el dolor del alma  Que me aliviane la carga de un suspiro  Que cuando llegue no haga ruido  Que no me despierte  Que no me duela más  Decile a ella, que gracias  Gracias por haber terminado con esta experiencia humana  Gracias porque ya me duele de más  Gracias, porque siento que mis herramientas ya no sirven para esta batalla.  Gracias porque ya no puedo más. Es que el alma  la tengo colapsada de curitas, de nada sirve ya fingir demencia  De nada sirve ningún intento por mantenerme a flote...  Así que por favor.  Cuando llegues, no hagas ruido, no me despiertes, tomame en tus brazos y llevame a un lugar tranquilo donde ya nada duela. 

Margarita

 Te imaginas regar tu margarita todos los días, cuidarla del sol, de las plagas, de todo aquello que pueda destruirla, en medio de un desierto? Con un clima hostil, seco que te parte... Así se siente cuando cuidas de vos en todos las áreas de tu vida pero vivís en un ambiente tóxico.  Con personas que no ven más allá de su propio beneficio.  Con personas que te enferman el cuerpo, la mente, el corazón...  A veces por más que duela, como digo últimamente, uno tiene que agarrar sus pedazos, pegarlos como pueda e irse.  Porque no se puede crecer en donde en lugar de apoyarte, cuidarte, ayudarte, te critican, te hacen creer que el problema sos vos y se complotan en tu contra.  Duele, duele mucho... Disculpe usted lector si de repente este texto se vuelve un tanto personal, pero... Las lágrimas bañan mi teclado mientras escribo estas líneas, me sangra el corazón a litros. Porque lo único que tenía, o que creía que tenía, hoy me da la espalda. Aquellas personas por las cuáles crecí de golpe,

Ya no...

 Ya no soy esa nena.  Ya no soy esa herida desgarrada, sangrando a cada paso.  Ya no.  Ya no busco culpables. Ya no quiero salvar a nadie.  Sólo quiero habitar esta mujer, que renace después de cada muerte.  Que renace de las cenizas.  Soy esa mujer que no pudiste quemar.  Me habito en paz. Me habito en amor. Respeto a esta mujer.  Respeto a aquella niña.  Las abrazo.  Me abrazo.  Hoy me doy todo lo que algún día necesité y no tuve. Hoy soy responsable de darme la vida que merezco.  Ya me fui de allí Ya no estoy más en ese lugar que tanto me hizo doler.

Chau chau monstruo

 Nos preguntan "por qué no te fuiste a la primera?"   Afirman que "te gustaba que te trate así, sino, por qué te quedabas?"  O la peor parte, cuando nos piden pruebas de los abusos emocionales, las manipulaciones, y tenemos que ir a escarbar en nuestra memoria, porque sino, nos tratan de locas, de mentirosas, exageradas...   Es muy difícil salir de un vínculo, que cuando comenzó parecía ser perfecto, ideal, salido de una peli de Disney, que luego poco a poco, se fue volviendo una de Stephen King.  Love bombing, Gaslighting, manipulaciones de todo tipo, mentiras, eran las flores que me regalabas.   Por qué no me iba? Porque tus maniobras eran tan perfectas en mí, que estaba bastante confundida, mareada.  Llegué a pensar que yo hacía todo mal, que tenía problemas para vincularme.  Me fui apagando, me fui metiendo para adentro.   No podía entender qué te pasaba, por qué ya no eras ese caballero atento que conocí los primeros meses, que me trataba como una reina. Llegué